Desde el faro.

Soy discípula confesa del Prof. Nexus; ese mismo que siempre ejerció la docencia sobre sus tacones rojos. El me dejó su faro y toda su colección de literatura erótica. Me hizo comprender, lo vivas
que están esas - mal llamadas- lenguas muertas
.
Y un único mensaje, muy a la manera de Baudelaire: "Embriágate".
Y aquí estoy, desde la libertad y el placer.
Bienvenid@s.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Sueño de una tarde de verano.



Cosas de la imaginación que vuela.....se va de mí y vuelve.


Es media tarde. La luz se filtra por las cortinas, pintando la habitación de un naranja suave. Fuera del apartamento, en la lejania, se oyen los gritos de los niños en la piscina.
Ella sigue tendida sobre la cama, con las manos atadas y el antifaz. El helado se derrite en sus pechos -me pregunto si igual se le derrite el corazón, o debo desechar la idea- . Creo que comienza a desesperar un poco.
Hablo por el teléfono en un idioma que desconoce. "¿Qué haces?", me pregunta.
No contesto. A los 5 minutos llaman a la puerta. Entra una mujer que ella no puede ver; hablamos, muy bajito, en alemán. La amante se inquieta, creo que empieza a enfadarse. No le apetece una tercera persona, que la vea así, tan expuesta. Me insulta, quiere que la desate y se quiere marchar.
Me acerco despacio a su oido. Le explico que nuestra invitada es alemana -Erika- no entiende una palabra de castellano y es la masajista del Spa de enfrente de los apartamentos. Además......es ciega, asi que, no la ve expuesta de ningún modo. Sólo le pido, que le deje cogerle los pies.
De rodillas a los pies de la cama, toma sus plantas y comienza un suave masaje. Sus pulgares empiezan a presionar diversos puntos, noto como la tensión de ella desaparece , no así, ciertos estremecimientos de placer. Le quito el antifaz y le ruego que guarde silencio.
La masajista es tremendamente atractiva. La camiseta de tirantes blanca, resalta un dorado bronceado y unos músculos fibrosos, concentrados en subir ahora, por sus muslos.
De repente, la amante no quiere que se marche.....La desato, para que pueda subir por su espalda.
Las manos experimentadas, trabajan cada rincón de su epidermis, con movimientos firmes y delicados. Beso los labios de la amante y le digo pequeñas obscenidades, que le hacen sonreir. Con un movimiento decidido, Erika levanta su culo, apoyando sus rodillas . Comienza a acariciar sus nalgas, a pellizcarlas despacio, a llenar sus manos de esa carne firme. Sus dedos se acercan a su sexo, separan los glúteos que dejan ver un vello salpicado de gotas de flujo. Los labios rosados, deseosos. Sus caderas comienzan a moverse, invitando a esas manos que saben. Aprovecho, para ponerme debajo de la amante, dejar que su peso y su desnudez caigan sobre el mío. Ahora, ambas notamos ese movimiento. Mi pubis que busca el suyo, mientras nos besamos despacio y profundamente. Su pubis que busca esos dedos, que han alcanzado su clitoris y que, según mi movimiento, rozan el mio. Noto esos dedos moverse en su clitoris y cómo, al penetrar su sexo, la amante me muerde el labio, ahogando un pequeño grito de placer.
La habitación se llena de susurros, de gemidos y respiraciones entrecortadas. De sudor fresco y fluidos varios.
Erika me roba humedad para acariciar el ano de mi amante, que creo, se va a morir de puro placer. Cuando todo parecia llegar a su final, el pulgar entra en ese recóndito orificio y mi amante empieza a moverse con más intensidad, a apretarse más a mi cuerpo. Clitoris vagina y ano están invadidos por esos dedos de unas manos capaces de hacer música en su cuerpo. Conseguimos acompasar nuestros ritmos, hasta perdernos en un espasmo de puro y dilatado gozo. Gritos de placer que rompen la tarde de siesta.
Desfallecidas, la una sobre la otra, bañadas en sudor y flujos, recuperamos el aliento poco a poco.
Erika se despide, sonriendo; debe volver al trabajo.
La habitación, ahora en silencio.
La luz, todavía naranja, baña dos cuerpos de mujer exhaustos. Felices.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

quien era la escorpio, la amante o la masajista...? buen relato. besos.

Alter Higa dijo...

Creo que....la masajista.)

Club dijo...

maaaadre, que temprano es pa leer esto, jajajajaja
buen relato

farala dijo...

jajajaaaaa, estoy con club, pero mi imaginación funciona muy bien, ni hace frío ni es martes por la mañana... mi despacho ahora es anaranjado

Anónimo dijo...

Canto:

¿por qué me provoca? ¿por qué me provoca?

Preciosa foto. Y el texto...... puf.

Besos

S.C.

Amanda Manara dijo...

!Guau! Que delicia descubrirte, leer esas geniales historias escritas con mimo, elegancia y altas dosis de erotismo. Algo muy raro en estos días. Me encantará conocerte.

Gracias por el comentario que has dejado en mi blog... que me ha hecho encontrarte.
Un besazo, amiga